jueves, 22 de julio de 2010

Reflexión sobre Cortazar musico



No recuerdo en que documental sobre Cortázar escuché que sus manuscritos estaban sin correcciones, algunos originales de textos que después serían publicados aparecían totalmente crudos, escritos de un tirón, y es que todo texto de Cortázar parece, mas que un cuento, novela, poema, etc. Una trascripción mental.
Hoy pensaba en la analogía que podría establecerse entre las transcripciones de solos para los músicos de jazz, y esos originales casi improvisados, por lo menos en lo que corresponde a la ejecución literaria, de Cortázar. El mismo decía que si sus textos no tenían el devenir rítmico que en jazz equivale al swing, lo descartaba, lo dejaba de escribir.
Ese quizás sea el modo de escribir que represente a Cortázar, un modo de escribir que nace del saxo Charlie Parker, una forma de escribir habiendo pensado en las situaciones, personajes, habiendo sido el mismo un personaje constante, el muchacho de la bicicleta que se obsesiona con los Axolots, el perseguidor, Oliveira, el mismo imagina que es algo que es en una realidad que solo toma de la realidad objetiva el decorado, el ambiente físico.
Cortázar no escribe, se dicta a si mismo, toca y se graba y después trascribe y lee y ahí lo deja, como Thelonious monk, quien decía que los temas debían grabarse una sola vez, y siempre le machacaba la idea a sus músicos, que si se equivocaban el problema lo tenían ellos, por que así iba a quedar. Probablemente sería un elemento Ellingtoniano para acrecentar la concentración durante las sesiones y así las horas de estudio se redujeran.
Cortázar no es un escritor, es un músico que toca una maquina de escribir, que improvisa (después de haber estudia improvisación hasta el cansancio) magistralmente, así como xenaquis puede llamarse mas matemático que músico, así como Borges trabajaba más con el rigor formal de un músico mas que el de literato, Cortázar es un músico, de los mas profundos que ha habido.

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