viernes, 7 de agosto de 2009

Mingus, su terapeuta y sus dos cuerpos


Mingus contaba que su psicólogo muchas veces le pedía, al no comprender muy bien lo que trataba de explicarle, que llevase su contrabajo y parte de la sesión, o quizá la sesión entera era de Mingus tocando lo que sentía.

Son muchas las cosas que se pueden expresar con un instrumento como el contrabajo, que para Mingus era muy manejable, a diferencia de instrumentos como el piano que es demasiado grande y poco accesible a sus cuerdas, o la guitarra que es demasiado chica, el contrabajo puede ser hasta maltratado para expresar impotencia o enojo y el instrumento respondería.


Me hubiese gustado mucho escuchar aunque sea una grabación de esas sesiones, aunque también es posible que si el psicólogo era amante del jazz le halla hecho esa propuesta de análisis para tener un concierto privado de improvisación mingusiana, con el agregado de que el que cobró el concierto fue el oyente, el espectador.

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